Changed on 02/06/2020
Redes neuronales y computación evolutiva son las principales herramientas que el investigador utiliza para sus distintos proyectos.

Visita Luis Martí Inria Chile

Detectar anomalías en el funcionamiento de las plataformas petrolíferas o blindar al tráfico aéreo para que nadie se introduzca en su funcionamiento son solo una pequeña parte del espectro casi infinito de cosas y actividades que se pueden mejorar con Inteligencia Artificial (IA).

Estos también son ejemplos, entre varios, del trabajo que ha realizado Luis Martí, experto en Inteligencia Artificial del Instituto de Computación de la Universidad Federal Fluminense, en Brasil. El investigador – que además trabaja en colaboración con el grupo de investigación TAU (TAckling the Underspecified) del Centro de Investigación Inria Saclay – Île-de-France– visitó Inria Chile para compartir su experiencia.

Entre sus actividades, se tomó un momento para reflexionar sobre el futuro de la IA.  Aunque las redes neuronales tienen 60 años, el interés en ellas ha tenido altos y bajos. “Hoy viven en un periodo importante donde la IA está logrando resolver problemas muy relevantes”, opina el experto. “Las grandes empresas no sólo están interesadas en llegar directamente a la tecnología, sino también se están concentrando en su desarrollo teórico”.

En este contexto, el especialista cree que el momento en el que está la IA tiene ciertos componentes de revolución, de cambios profundos, por lo que su desarrollo no debe ser pospuesto. “Ella puede mejorar la vida de las personas y ese es nuestro trabajo”, asegura.

“En computación tenemos la mala costumbre de creer que el futuro va a llegar demasiado rápido y siempre estamos pensando que en los próximos diez años vamos a tener Inteligencia Artificial completa. Y nos hemos estado equivocando constantemente”, reflexiona.

Aún así, estima que esto cambiará pronto. “No creo que un computador vaya a tener más inteligencia que el ser humano, pero sí va haber una interacción entre ambos. Esto va a permitir que algunos puedan vivir en un mundo híbrido y otros puedan migrar a uno totalmente digital”, dice. Será un tema de gustos.