Formar capital humano avanzado en tecnologías digitales es el objetivo de Inria tanto en Francia como en Chile, y todos los años despegan desde suelo nacional estudiantes de pre y postgrado de las universidades con las que Inria Chile tiene convenio, y aterrizan en alguno de los ocho centros de Inria en el país europeo.

Este programa se realiza desde la llegada de Inria a Chile en 2012 y por este ya han pasado más de 70 estudiantes universitarios, que se han integrado al trabajo en equipos diversos tanto cultural como científicamente. En sus inicios, y hasta  2016, las pasantías se efectuaron gracias al programa de Conicyt “Ciencia y Tecnología, Estadías Cortas en el Extranjero para Estudiantes de Ingeniería”.

Hoy, gracias a la red académica que tiene Inria Chile con planteles de educación, esto se logra a través de los acuerdos que existen con la Universidad de Chile, la Pontificia Universidad Católica de Chile (PUC) y la Universidad Técnica Federico Santa María (UTFSM), quienes, junto a Inria Chile, cofinancian a los alumnos y alumnas seleccionados con recursos para el viaje y la estadía de tres meses en Francia.  

Ignacia Cancino es ingeniera civil en biotecnología de la Pontificia Universidad Católica de Chile y, en plena pandemia en 2020, realizó su pasantía en la ciudad de Grenoble, al borde los Alpes. Ella cuenta que tras la experiencia quedó muy satisfecha con el equipo y el trabajo que estaban haciendo y, gracias a ello, actualmente está realizando su doctorado en el centro de Inria de esa misma ciudad francesa.

Su trabajo consiste en el análisis computacional de estrategias metabólicas de la microbacteria tuberculosis, a través de la formulación de modelos matemáticos para el crecimiento bacteriano. “En palabras más simples, la idea es construir modelos para distintas variables y estudiar muy en profundidad cada metabolito. Esto es relevante, porque si bien existe una vacuna para la tuberculosis, igual hay casos nuevos de gente que le da y están viendo que ya no es tan efectiva, así que la idea es anticiparse a eso y estudiarla bien”, puntualiza.

Este programa de pasantías le permitió a Ignacia conocer e integrarse al equipo de investigación IBIS liderado por Hidde de Jong, con quien está trabajando su doctorado. “Me gusto demasiado la experiencia y fue la razón por la cual luego postulé al doctorado. Había mucha colaboración y es un equipo muy interdisciplinario. Somos de los pocos equipos que tratan temas biológicos, entonces hay mucha gente distinta, con diferentes historias, nacionalidades y culturas”, agrega.

Otro de los estudiantes que está llevando a cabo un doctorado es Ignacio Fierro, ingeniero matemático de la Universidad de Chile. Él hizo su pasantía en el centro Inria Sophia Antipolis - Méditerranée, a orillas del mar Mediterráneo. “Yo buscaba trabajar en matemáticas más aplicadas, por lo que en Inria tuve la oportunidad de usarlas en algo más tangible, como modelos de crecimiento de microalgas y cómo afectan distintos patrones de luz en su crecimiento”, afirma Fierro, quien realizó su trabajo bajo supervisión del investigador Olivier Bernard en el equipo BIOCORE.

Señala que quedó impresionado con cómo funcionaba Inria. “En Chile, aparte de Inria, no hay nada parecido; funciona con distintos centros a lo largo de todo el país y es una institución que se encarga solo de hacer investigación y de hacer ciencia. Uno puede conectar con culturas de otros países, entonces la experiencia te enriquece mucho. El profesor que estaba a cargo mío me ofreció la posibilidad de volver a hacer el doctorado e hizo mucho papeleo para poder estar acá”, afirma.

Durante el año 2021, fueron 11 los pasantes que estuvieron en Francia debido a este programa. Alfonso Cortés, de la Universidad Técnica Federico Santa María, y José Astorga, de la Universidad de Chile, son dos de ellos y se encuentran realizando su pasantía en Inria Paris, junto al equipo EVA, a cargo del investigador Thomas Watteyne. El académico explica que “es la primera vez que recibimos estudiantes investigadores de postgrado de Chile y debo decir que ha sido fantástico. Ellos han aportado una experiencia realmente sólida que es muy complementaria a lo que mi equipo está haciendo, así que han estado haciendo verdaderas contribuciones”. 

Alfonso ha estado colaborando en un nuevo proyecto de hardware flexible para redes inalámbricas de bajo consumo, dedicándose principalmente al desarrollo con field programmable gate array (FPGA). El estudiante explica que “en EVA saben aprovechar las fortalezas de cada quien, así que fue la oportunidad de aplicar conocimientos avanzados de mi formación. Además, aprecié mucho la posibilidad de poder trabajar en un equipo tan variado y multicultural”.

Por su parte, José Astorga estuvo enfocado en el proyecto DotBot, en el que están desarrollando un sistema de robot de enjambre para el testeo de algoritmos de comunicación y coordinación. El pasante considera que programas como estos le permiten a los estudiantes hacer investigación de primer nivel y complementar la formación profesional con la académica. “Personalmente, lo más valioso de esta experiencia fue poder observar la metodología de trabajo y la visión de desarrollo”, detalla.

Thomas Watteyne agrega que “más allá de los aspectos puramente científicos, José y Alfonso han encajado muy bien dentro del grupo de trabajo, participando de todas nuestras actividades y siendo parte del equipo, lo que es particularmente importante para mí. Espero con ansias recibir a las futuras generaciones de estudiantes investigadores de Chile”.

Actualmente, son 14 los y las estudiantes de la Universidad de Chile, Pontificia Universidad Católica y Universidad Técnica Federico Santa María, quienes gracias a Inria Chile se preparan para partir en los próximos meses a los centros de Inria de Paris, Lyon, Saclay - Île-de-France, Sophia Antipolis - Méditerranée, Rennes - Bretagne Atlantique y Bordeaux - Sud-Ouest e integrarse a los equipos que ya los están esperando.