Con 5G, nuestros teléfonos operarán en una frecuencia mayor, probablemente hasta 6 GHz, que son bandas superiores que no están ocupadas, por lo tanto mueven la información a más velocidad, permitiendo conexiones más rápidas, mayor rendimiento y más capacidad.
A nivel de usuarios, la 5G modificará completamente la manera en que interactuamos. Esto ocurrirá progresivamente, no sucederá de un día para otro, pero permitirá sentar las bases para movernos hacia un mundo cada vez más inteligente.
Como tecnología habilitante, la 5G conducirá el desarrollo científico tecnológico y acelerará la innovación y el desarrollo de nuevos sistemas y aplicaciones. Nos permitirá aprovechar todo el potencial de tecnologías como la inteligencia artificial, la realidad virtual y el Internet de las Cosas (IoT).
Este último evolucionará hacia un nuevo paradigma que es el Internet de Todo (Internet of Everything, IoE), donde las personas tomamos un nuevo rol y nos convertimos en una parte activa de ese “Todo”. Un sistema mucho más complejo, que incluye un colectivo de “cosas” formado por personas, robots y máquinas.
La gran oportunidad no es solamente avanzar en el estado actual de estas “cosas” y superar sus limitaciones, sino también gestionar cómo piensan estas “cosas” y, sobre todo, cómo piensan en colectivo, que es un gran desafío.
Aquí radica, sin lugar a dudas, la revolución, que es la de comprender los datos, los procesos y gestionar la inteligencia de estos nuevos ecosistemas que emergen, para maximizar el beneficio que podemos obtener como humanidad.
Verbatim
Si pensamos en este ecosistema inteligente y viviente IoE, donde hay un colectivo de “cosas” (personas, máquinas, infraestructuras y robots) que se comunican entre sí, del que somos capaces no solo de comprender sus datos, sino también de gestionar la inteligencia entre ellos, podemos pensar en varias aplicaciones posibles.
Por ejemplo, tecnologías como la realidad virtual y la realidad aumentada podrían convertirse en una práctica, facilitando el teletrabajo, así como impactando y aumentando su adopción en sectores que necesitan más capacidad de interacción, como las industrias creativas, donde entornos virtuales inmersivos impactarán positivamente en la manera en que consumimos contenidos; y en otros sectores de gran prioridad, como la telemedicina o la teleeducación, y también en los vehículos autónomos.
Otro ejemplo es el caso de la la 5G y la inteligencia artificial donde se produce un impacto de ida y vuelta. Primeramente la IA contribuirá en el desarrollo de la propia infraestructura de la red 5G, optimizando en tiempo real el control de las conexiones o reconfigurando y ajustando los recursos de la red de manera automática, etc.
En segundo lugar, a su vez la 5G contribuirá a la aceleración y adopción de la IA, y lo veremos de manifiesto en tareas de comprensión del entorno y el contexto, en particular en tareas ligadas al procesamiento de lenguaje natural, a la comprensión de actividades y gestos, al procesamiento de datos de sensores, la comprensión de escenas, que se integrarán cada vez más, gracias a esta mayor capacidad.
Esto se evidenciará en sectores importantes y prioritarios como el e-health, ambient assisted living, smart homes, así como también acelerará el potencial de otras como los vehículos autónomos y las ciudades verdaderamente inteligentes.
Todos ellos ponen en el centro de este sistema inteligente al ser humano, velando por su integridad y los valores éticos.
Chile está avanzando. Se estimaba que 2020 sería el año de la 5G, pero esta meta se está viendo afectada por la pandemia actual, la paralización mundial y barreras tecnológicas. Sigamos adelante, pues esta tecnología aportará en la recuperación del país sin lugar a dudas.