En el marco de esta celebración es que entre el 3 y el 6 de octubre, más de cincuenta niños de entre 5º y 8º básico de los colegios Alcázar de Las Condes; New Heinrich Highschool de Ñuñoa; Cristóbal Colón de Conchalí; Saint Louis School de Til Til, y el Liceo Carmela Carvajal de Prat de Providencia, visitaron Inria Chile para participar de un taller de programación.
La actividad “Programa a Poppy, el pequeño brazo robótico de Inria” consistió en un taller de dos horas en el que cada grupo de jóvenes participantes aprendió a programar a Poppy Ergo Jr. –el pequeño brazo robótico de Inria perteneciente a la plataforma robótica Poppy Project–, comenzando con movimientos simples para posteriormente, realizar acciones más complejas. Para lograrlo, los participantes utilizaron el lenguaje de programación Snap, que funciona con bloques. “Esto quiere decir que ciertos bloques activan ciertas acciones y movimientos del robot, lo que lo hace más simple y entretenido de utilizar”, explicó Francisco Molina, ingeniero de IoT de Inria Chile y coordinador del taller. El objetivo era que, al final de la actividad, los estudiantes lograran que el brazo robótico lanzara una pelota y derribara un set de vasos.
Durante las sesiones también hicieron que el robot emitiera sonidos y bailara al ritmo de una canción. “Como la ciencia tiene tan poca difusión, el que nos den la oportunidad de poder estar acá y que nuestros alumnos participen en estas actividades es simplemente genial” dijo Paula Urrutia, profesora jefe del Colegio Alcázar de Las Condes “Creo que este es el mejor camino para poder enseñarles ciencias de forma entretenida”, agregó. Ricardo, alumno de 7º del Colegio Alcázar de Las Condes , dijo estar fascinado con la sesión y querer aprender más. “Quiero seguir programando. Siempre me han gustado las cosas tecnológicas y desde chico que estoy pensando en diseñar ese tipo de artefactos”, añadió. Por su parte Guillermo Vargas, profesor de Tecnología y Ciencias del New Heinrich High School de Ñuñoa, dijo que la programación es un elemento básico del futuro. “ Por lo que si le enseñamos a programar a los niños–y además les encanta– es un gran avance para la tecnología y las ciencias en Chile”, dijo.